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Recibir un nuevo gato en casa

¿Próximamente se sumará un nuevo compañero felino a su familia, que ya cuenta con uno o más gatos? Puede aplicar diferentes estrategias para mantener la armonía en su vivienda.

¿Un amigo para su gato?

En primer lugar, debe saber que el gato es, en principio, un animal más bien solitario. No obstante, puede vivir en grupo si la cantidad de recursos alcanzan para satisfacer las necesidades de todos sus miembros. Por lo tanto, hay muchas posibilidades de que la llegada de un semejante a un determinado entorno perturbe de manera considerable la rutina del o de los gatos que allí se encuentran y que esto les genere una gran cantidad de estrés. La importancia de la perturbación depende del carácter y las vivencias de los gatos. Es por eso que el encuentro de los gatos debe producirse de a poco y de manera agradable. De esta manera, tendrá todas las posibilidades a su favor para que se lleven bien o, por lo menos, se toleren entre ellos.

El momento de la presentación

¿Qué diría si le imponen por el resto de su vida a un compañero de vivienda totalmente desconocido? ¿Si una noche aparece de golpe y comienza a utilizar sus pertenencias? Sería chocante, ¿verdad? Lo mismo pasa con los gatos. Por supuesto, las personalidades no son todas iguales y algunos gatos logran llevarse bien e incluso pueden disfrutar de la compañía de otro gato. Pero también puede suceder lo contrario. Algunos gatos nunca dormirán uno al lado del otro ni jugarán juntos. Si esto sucede, es importante que al menos puedan tolerarse, ya que comparten el mismo entorno.

Para lograrlo, hay que hacer, de a poco, que los gatos pasen tiempo juntos. Comience aislando al recién llegado en una habitación con sus objetos personales. Con el transcurso de los días, el nuevo gato se sentirá cada vez más cómodo en su habitación y el gato que ya estaba en la casa podrá sentir su olor en la puerta. Una vez que ambos gatos se acostumbren a la nueva situación y no muestren signos de estrés, puede pasar a la etapa de las breves presentaciones. Para comenzar, utilice la puerta como barrera para evitar que tengan contacto o se pongan cara a cara. Nunca olvide que estas sesiones deben ser agradables para todos los gatos y deben respetar sus límites de tolerancia. Los gatos deben permanecer a una distancia razonable el uno del otro. Prepáreles un pequeño banquete durante las sesiones de domesticación. De esta manera, con el correr de los días o las semanas, podrá acercar poco a poco sus comederos y, eventualmente, abrir la puerta que los separa para que puedan olerse. Al proceder de esta manera, los gatos tendrán mucho menos estrés y asociarán la presencia del otro felino con algo agradable (un pequeño banquete).

Adaptar la casa

Los gatos pueden convivir si los recursos son suficientes para satisfacer las necesidades de cada uno de ellos. Para un gato, un recurso es algo que utiliza o que le brinda placer. Por ejemplo, acostarse en las piernas de su dueña cuando está sentada en el salón, ser acariciado por su dueño cuando trabaja en su oficina, subirse al estante que está cerca de la ventana para disfrutar de la fantástica vista de los pájaros en el árbol, las bandejas de arena, la comida, etc. Todos estos recursos deben compartirse si cohabitan varios individuos en un mismo entorno. ¿Quién utilizará cada recurso y en qué momento? La deducción es simple: mientras más gatos haya en una casa, más cantidad de recursos deberá haber. Si respeta esta regla, reducirá la cantidad de situaciones conflictivas entre los gatos.

En diferentes habitaciones, debería haber árboles para gatos, mesitas altas, acceso a las ventanas y bandejas de arena (idealmente, uno de sobra, según la cantidad de gatos) y contar con muchos de ellos en las casas donde viven varios gatos. De esta manera, en lugar de pelearse por un recurso, los gatos podrán elegir otro.

Fomentar la armonía en la vida diaria

No solo durante la presentación los gatos deben pasar buenos momentos en compañía del otro. Puede recordarle regularmente que sus semejantes son agradables.

Haga que los gatos pasen momentos agradables juntos. Por ejemplo, puede servirles la comida uno al lado del otro en comederos interactivos y puede hacerlos jugar al mismo tiempo con palitos tipo caña de pescar para que gasten su energía.

En definitiva, no hay un método infalible para garantizar la cohabitación armoniosa entre gatos, ya que entran en juego una gran cantidad de factores: el temperamento, las vivencias, el entorno, la presentación, etc. Afortunadamente, quienes adoptan gatos pueden aplicar determinadas estrategias para fomentar una cohabitación sana entre semejantes. En algunos casos, puede ser necesario solicitar asesoramiento personalizado a un experto en comportamiento felino o la evaluación de un veterinario.

16-12-2019